Testimonio de un joven masturbador en un diálogo con el Director del Centro Anael, por una emisora de amplia sintonía...Se encuentra con nosotros un joven, una víctima más de ese vicio de la masturbación, desafortunadamente, orientado por la sexología y psicología moderna. Él quiere darnos su testimonio para que sirva de ejemplo y guía y para que los jóvenes que nos escuchan no tengan que sufrir las mismas consecuencias por las que él ha tenido que pasar.
P: ¿Usted por qué tomó esa mala decisión de masturbarse?
R: Primero, por las malas amistades, o sea, jóvenes que ya están en ese vicio y que en medio de su ignorancia creen que es algo fantástico y satisfactorio y le aconsejan a uno a que se masturbe; y segundo, la mala orientación sexual que se nos brinda en los colegios y universidades, donde le dan a la masturbación un respaldo científico y que se escuda prácticamente en el concepto de sexólogos homosexuales. En ese medio falso y de ignorancia hacia la realidad de la vida, yo caí en ese vicio. Lo peor es cuando uno lee al padre la sexología moderna, al doctor Kinsey que afirma que científicamente no se ha demostrado que la masturbación tenga o genere consecuencias patológicas o psíquicas. Otro aspecto, es cuando los padres, que son nuestros guías, también han sido desorientados y nos aconsejan a que lo realicemos, o no saben nada y uno queda indefenso.
P: ¿Hasta cuántas veces llegó a masturbarse?
R: Hasta siete veces en un mismo día.
P: ¿Cómo quedaba después de masturbarse?
R: Es como un placer efímero y después de ese placer viene el cansancio, el hastío, uno queda totalmente cansado, le tiemblan las piernas, la mirada se le pone a uno como vidriosa, y lo peor es que uno no se da cuenta y se puede comparar a cualquier otro vicio como el alcohol, la droga, el cigarrillo, que causan daño, uno no lo reconoce y cada día son peores las consecuencias.
P: ¿Qué otras consecuencias físicas le causaba ese vicio?
R: Además del cansancio permanente, como si uno viviera apaleado, comencé a sufrir de insomnio o dificultad para dormir. Recuerdo igualmente que en el bachillerato, en la época en que no me masturbaba, era el mejor estudiante, sacaba las mejores notas, pero con la masturbación, comencé gradualmente a perder la concentración en el estudio, hasta llegar a ser de los peores estudiantes en el curso y lo malo es que no sabía que era a causa de la masturbación.
P: Ya varias veces lo hemos enseñado, que al masturbarse, el varón expulsa 300 millones de espermatozoides y que un solo espermatozoide crea un ser humano. Un espermatozoide contiene calcio, lecitina, fósforo, glucósidos, enzimas, proteínas, aminoácidos y al masturbarse, expulsa estos componentes y he ahí la causa del agotamiento, insomnio y la pérdida de la concentración en los estudios. La pérdida de fósforo agota mucho el sistema nervioso de un masturbador, ¿cómo era su sistema nervioso?
R: Usted tiene la razón, ya que era terriblemente nervioso, y por ejemplo, si me encontraba delante de una persona altanera y de mal genio, las piernas y todo el cuerpo me temblaban; cuando tenía que hablar con alguien importante, temblaba y tenía temor y miedo a todo. P: En tu caso, ¿cómo fué tu relación de masturbador con tu familia?
R: En mi caso personal, sentía odio y rechazo a mi familia y aún a mi misma madre. Trataba mal a todos en mi casa porque quería estar solo para poder masturbarme y yo suponía que me espiaban y cada vez que estaba solo, aprovechaba para masturbarme, es como una enfermedad sexual. No entiendo, repito, por qué los psicólogos y sexólogos cometen ese crimen de afirmar que es necesario para el desarrollo, ya que ahora considero que afirmar eso es ir en contra de las leyes de equilibrio de la naturaleza y personalmente considero a esas personas como unos dementes ilustrados.
P: ¿Tenías un horario para masturbarte?
R: El masturbador no tiene horario, si no cada vez que la ocasión lo permite, por eso me gustaba estar solo para hacerlo.P: Hay un problema degenerativo actual, sobre todo la publicidad a través de la televisión, revistas, la misma propaganda que se utiliza como publicidad en las cervezas y sobre todo en Internet, \nque tiene 300 millones de usuarios en las páginas pornográficas.
¿Le pregunto, la pornografía estimula la masturbación?
R: ¡Claro que si!. La pornografía es el gran motor o estimulante para la masturbación y uno tiene su modelo favorita de una página pornográfica, es como un compañero sexual mental.
P: Esto es gravísimo, pues la pornografía y el vicio solitario conllevan a la fantasía erótica y esta es la principal causa de impotencia psico-sexual.
Al respecto, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis afirma que el sexo normal es el producto de un hombre y una mujer que se aman y se complementan, y que no tiene nada que ver con el sexo por placer que tanto recomienda la psicología y sexología de estos tiempos del fin.
En este vicio solitario, el hombre se imagina una mujer y se masturba a nombre de ella y esa imagen queda grabada en el subconsciente y se revive durante el proceso del sueño, originando las terribles poluciones nocturnas.
R: Durante un tiempo y varias veces al día me masturbaba frente al espejo y resulta que uno como que se enamora del mismo pene de uno, afortunadamente no duré mucho tiempo con lo del espejo. Sinceramente considero que la masturbación origina una conducta morbosa, reprimida y autocomplaciente.
P: un último mensaje para todos, ya que por lo impactante de su testimonio, será publicado en la página de Internet del Centro Anael.
R: La masturbación es el vicio solitario y uno siempre quiere estar solo para masturbarse.
Mi madre tenía un negocio en la casa y a mi no me interesaba ayudarla.
El vicio de la masturbación me había convertido en un morboso y un mal hijo, un desconsiderado, que solo buscaba la ocasión para masturbarme.
Es algo muy parecido a ser un drogadicto o un alcohólico; llega el momento en que uno solo vive para el vicio y satisfacer sus deseos.
En cierta ocasión me estaba masturbando en mi alcoba a pleno medio día, hora en que el negocio de mi madre tenía mayor movimiento.
En ese instante mi madre entró a mi alcoba sorpresivamente a buscar algo y yo me sentí descubierto, aunque ella por estar ofuscada en ese momento, creo que no se dio cuenta de lo que yo estaba haciendo, pero me invadió una rabia intensa, porque me interrumpió mi masturbación.
Mi madre al ver que yo estaba holgazaneando, empezó a regañarme, reclamando que yo no la ayudaba en nada; en ese mismo instante mi rabia aumentó y avancé hacia ella furioso y le di un puño en el pecho. El golpe fue tan fuerte que ella empezó a llorar. Me da vergüenza reconocer que me comporté como un canalla, como un indolente. Dios nos enseña en su palabra: “Honra a tu Padre y a tu madre para que te vaya bien en todo lo que hagas" y yo qué he hecho ?
Hoy me arrepiento sinceramente de lo que hice y espero que Dios me perdone y no me envíe en próximas vidas sin brazos como castigo, porque no merezco otra cosa por haber levantado la mano contra la mujer que me dio este cuerpo físico y sirvió de medio para traerme a la vida.
Hoy que he eliminado ese defecto de la masturbación, veo la vida de otra manera y me doy cuenta de todo el daño que me he hecho a mí mismo y a mi familia. Por esto oriento a otros jóvenes para que dejen ese asqueante vicio que está destruyendo la vida de muchas personas.