“¿Sabías que el placer produce una impronta sobre nuestro cerebro que actúa como refuerzo positivo de esa experiencia? ¿Sabías que Masters y Johnson, pioneros de la sexualidad experimental, demostraron que en una relación homosexual, a menudo, hay más placer que en una relación heterosexual simplemente porque la pareja sabe cómo y dónde tocar; de qué manera estimular y excitar?”.



20/6/07

Testimonio de un masturbador

Testimonio de un joven masturbador en un diálogo con el Director del Centro Anael, por una emisora de amplia sintonía...Se encuentra con nosotros un joven, una víctima más de ese vicio de la masturbación, desafortunadamente, orientado por la sexología y psicología moderna. Él quiere darnos su testimonio para que sirva de ejemplo y guía y para que los jóvenes que nos escuchan no tengan que sufrir las mismas consecuencias por las que él ha tenido que pasar.
P: ¿Usted por qué tomó esa mala decisión de masturbarse?
R: Primero, por las malas amistades, o sea, jóvenes que ya están en ese vicio y que en medio de su ignorancia creen que es algo fantástico y satisfactorio y le aconsejan a uno a que se masturbe; y segundo, la mala orientación sexual que se nos brinda en los colegios y universidades, donde le dan a la masturbación un respaldo científico y que se escuda prácticamente en el concepto de sexólogos homosexuales. En ese medio falso y de ignorancia hacia la realidad de la vida, yo caí en ese vicio. Lo peor es cuando uno lee al padre la sexología moderna, al doctor Kinsey que afirma que científicamente no se ha demostrado que la masturbación tenga o genere consecuencias patológicas o psíquicas. Otro aspecto, es cuando los padres, que son nuestros guías, también han sido desorientados y nos aconsejan a que lo realicemos, o no saben nada y uno queda indefenso.
P: ¿Hasta cuántas veces llegó a masturbarse?
R: Hasta siete veces en un mismo día.
P: ¿Cómo quedaba después de masturbarse?
R: Es como un placer efímero y después de ese placer viene el cansancio, el hastío, uno queda totalmente cansado, le tiemblan las piernas, la mirada se le pone a uno como vidriosa, y lo peor es que uno no se da cuenta y se puede comparar a cualquier otro vicio como el alcohol, la droga, el cigarrillo, que causan daño, uno no lo reconoce y cada día son peores las consecuencias.
P: ¿Qué otras consecuencias físicas le causaba ese vicio?
R: Además del cansancio permanente, como si uno viviera apaleado, comencé a sufrir de insomnio o dificultad para dormir. Recuerdo igualmente que en el bachillerato, en la época en que no me masturbaba, era el mejor estudiante, sacaba las mejores notas, pero con la masturbación, comencé gradualmente a perder la concentración en el estudio, hasta llegar a ser de los peores estudiantes en el curso y lo malo es que no sabía que era a causa de la masturbación.
P: Ya varias veces lo hemos enseñado, que al masturbarse, el varón expulsa 300 millones de espermatozoides y que un solo espermatozoide crea un ser humano. Un espermatozoide contiene calcio, lecitina, fósforo, glucósidos, enzimas, proteínas, aminoácidos y al masturbarse, expulsa estos componentes y he ahí la causa del agotamiento, insomnio y la pérdida de la concentración en los estudios. La pérdida de fósforo agota mucho el sistema nervioso de un masturbador, ¿cómo era su sistema nervioso?
R: Usted tiene la razón, ya que era terriblemente nervioso, y por ejemplo, si me encontraba delante de una persona altanera y de mal genio, las piernas y todo el cuerpo me temblaban; cuando tenía que hablar con alguien importante, temblaba y tenía temor y miedo a todo.
P: En tu caso, ¿cómo fué tu relación de masturbador con tu familia?
R: En mi caso personal, sentía odio y rechazo a mi familia y aún a mi misma madre. Trataba mal a todos en mi casa porque quería estar solo para poder masturbarme y yo suponía que me espiaban y cada vez que estaba solo, aprovechaba para masturbarme, es como una enfermedad sexual. No entiendo, repito, por qué los psicólogos y sexólogos cometen ese crimen de afirmar que es necesario para el desarrollo, ya que ahora considero que afirmar eso es ir en contra de las leyes de equilibrio de la naturaleza y personalmente considero a esas personas como unos dementes ilustrados.
P: ¿Tenías un horario para masturbarte?
R: El masturbador no tiene horario, si no cada vez que la ocasión lo permite, por eso me gustaba estar solo para hacerlo.P: Hay un problema degenerativo actual, sobre todo la publicidad a través de la televisión, revistas, la misma propaganda que se utiliza como publicidad en las cervezas y sobre todo en Internet, \nque tiene 300 millones de usuarios en las páginas pornográficas.
¿Le pregunto, la pornografía estimula la masturbación?
R: ¡Claro que si!. La pornografía es el gran motor o estimulante para la masturbación y uno tiene su modelo favorita de una página pornográfica, es como un compañero sexual mental.
P: Esto es gravísimo, pues la pornografía y el vicio solitario conllevan a la fantasía erótica y esta es la principal causa de impotencia psico-sexual.
Al respecto, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis afirma que el sexo normal es el producto de un hombre y una mujer que se aman y se complementan, y que no tiene nada que ver con el sexo por placer que tanto recomienda la psicología y sexología de estos tiempos del fin.
En este vicio solitario, el hombre se imagina una mujer y se masturba a nombre de ella y esa imagen queda grabada en el subconsciente y se revive durante el proceso del sueño, originando las terribles poluciones nocturnas.
R: Durante un tiempo y varias veces al día me masturbaba frente al espejo y resulta que uno como que se enamora del mismo pene de uno, afortunadamente no duré mucho tiempo con lo del espejo. Sinceramente considero que la masturbación origina una conducta morbosa, reprimida y autocomplaciente.
P: un último mensaje para todos, ya que por lo impactante de su testimonio, será publicado en la página de Internet del Centro Anael.
R: La masturbación es el vicio solitario y uno siempre quiere estar solo para masturbarse.
Mi madre tenía un negocio en la casa y a mi no me interesaba ayudarla.
El vicio de la masturbación me había convertido en un morboso y un mal hijo, un desconsiderado, que solo buscaba la ocasión para masturbarme.
Es algo muy parecido a ser un drogadicto o un alcohólico; llega el momento en que uno solo vive para el vicio y satisfacer sus deseos.
En cierta ocasión me estaba masturbando en mi alcoba a pleno medio día, hora en que el negocio de mi madre tenía mayor movimiento.
En ese instante mi madre entró a mi alcoba sorpresivamente a buscar algo y yo me sentí descubierto, aunque ella por estar ofuscada en ese momento, creo que no se dio cuenta de lo que yo estaba haciendo, pero me invadió una rabia intensa, porque me interrumpió mi masturbación.
Mi madre al ver que yo estaba holgazaneando, empezó a regañarme, reclamando que yo no la ayudaba en nada; en ese mismo instante mi rabia aumentó y avancé hacia ella furioso y le di un puño en el pecho. El golpe fue tan fuerte que ella empezó a llorar. Me da vergüenza reconocer que me comporté como un canalla, como un indolente. Dios nos enseña en su palabra: “Honra a tu Padre y a tu madre para que te vaya bien en todo lo que hagas" y yo qué he hecho ?
Hoy me arrepiento sinceramente de lo que hice y espero que Dios me perdone y no me envíe en próximas vidas sin brazos como castigo, porque no merezco otra cosa por haber levantado la mano contra la mujer que me dio este cuerpo físico y sirvió de medio para traerme a la vida.
Hoy que he eliminado ese defecto de la masturbación, veo la vida de otra manera y me doy cuenta de todo el daño que me he hecho a mí mismo y a mi familia. Por esto oriento a otros jóvenes para que dejen ese asqueante vicio que está destruyendo la vida de muchas personas.

Cuando la homosexualidad se consideraba una enfermedad

ISABEL F. LANTIGUA Hubo una época, no tan lejana en el tiempo, en que la homosexualidad estaba incluida en los manuales de psiquiatría como un trastorno mental más. Y, como otros problemas psiquiátricos, se pensaba que esta "alteración de la conducta" podía curarse con diversas terapias y tratamientos. La investigación científica y el paso de los años se han encargado de desmentir estas ideas. La reciente intervención del psicoterapeuta Aquilino Polaino en el Senado, en las que calificaba la homosexualidad de "patología", ha abierto un polémico debate sobre el tema. Aunque la comunidad científica internacional reconoce que la homosexualidad no se puede considerar una enfermedad, hay personas que, contradiciendo a la ciencia, siguen pensando que se trata de un trastorno. Dos son los puntos de vista predominantes sobre la homosexualidad que han entrado en conflicto a lo largo de la historia: el de aquellos que siempre han defendido que es una orientación sexual más y el de quienes han considerado que se trata de una desviación psicológica que se puede cambiar. La mayoría de los psicólogos del siglo XIX y algunos del XX veían la homosexualidad como una enfermedad mental y desarrollaron todo tipo de teorías sobre el origen de la misma. Porque, al igual que ocurre en otros campos, la ciencia también tiene sus puntos negros y uno de ellos es el tratamiento que durante mucho tiempo ha dado a los homosexuales. En 1886, el psiquiatra alemán Richard von Krafft Ebing incluía en su libro 'Psychopathia Sexualis' la homosexualidad como una "perversión sexual" y le atribuía un origen hereditario. El influjo de Freud Su colega, el conocido e influyente psicoanalista Sigmund Freud, reflexionó mucho sobre la homosexualidad y, entre otras cosas, la caracterizó como el resultado de un conflicto durante el desarrollo de la identidad sexual en el que el varón se identifica con el sexo femenino y empieza a sentir atracción por los hombres muy masculinos. Además, señala que las madres de los homosexuales suelen ser "frías y exigentes". Sigmund Freud. (Foto: AP)Para Juan Antonio Herrero Brasas, autor del libro 'La Sociedad Gay' y profesor de ética y política pública de la Universidad del Estado de California (EEUU), "lo único que logró la errónea teoría de Freud sobre la estructura familiar fue crear durante muchos años un sentimiento de culpabilidad tremendo en las mujeres, que se sentían responsables de la homosexualidad de sus hijos". Ya en el siglo XX, los científicos comenzaron a tener más preocupación por investigar las conductas sexuales. Entre los trabajos más llamativos destaca el de Alfred Kinsey, que realizó en su citado 'Informe Kinsey' la primera encuesta masiva sobre sexualidad en Estados Unidos. Su estudio reveló que la homosexualidad era un comportamiento mucho más frecuente de lo que se creía y contribuyó a sacar a la luz a una parte de la sociedad. Y así se han ido sucediendo diferentes teorías hasta la actualidad, fecha en la que "se ha producido un cambio importante en la mentalidad de los ciudadanos respecto a los homosexuales", destaca Arnaldo Gancedo, presidente de COGAM (Colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid). Su afirmación se basa en las últimas encuestas que revelan que España ocupa el segundo lugar de la UE en cuanto a aceptación de la homosexualidad. Cambio en los 90 En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) decidió eliminar la homosexualidad del 'Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales' (DSM) y urgió a rechazar toda legislación discriminatoria contra gays y lesbianas. La acción vino motivada tras una completa revisión científica sobre el tema. Éste sólo fue el primer paso de un lento proceso de cambio que tardaría en llegar al resto del mundo, pues hubo que esperar aún dos décadas, hasta 1990, para que la Organización Mundial de la Salud (OMS), retirara la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. Sin embargo, la medida de la OMS no impidió que se siguieran practicando todo tipo de terapias para intentar "curar" a los gays y las lesbianas. Ante esta situación, explica a 'elmundo.es' Fernando Chacón, decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, la APA se vio obligada a firmar una declaración en el año 2000 en la que expresa que "no hay evidencia científica que apoye la eficacia de la terapia 'reparativa' para alterar la condición sexual, por lo que no está incluida como tratamiento psiquiátrico".

Segmentos de la opinión de un hombre enamorado

Base Científica
La homosexualidad no es una elección personal. Nacemos con una tendencia y es posible que el ambiente la modele, pero nadie puede escoger de manera autónoma su orientación sexual. Es incuestionable que nuestros gustos eróticos están marcados, en parte, por los genes. Existen estudios según los cuales los genes y el desarrollo cerebral desempeñan un papel significativo en la formación de la orientación sexual, aunque todavía no esté bien claro cuál, pero haberlo lo hay. Así por ejemplo se analizó la orientación sexual de cientos de hermanos varones educados juntos con resultados sorprendentes. Si uno de ellos era homosexual, la probabilidad de que el otro lo fuera era del 52% en el caso de gemelos idénticos, del 22% en el caso de gemelos no idénticos y del 10% para hermanos no gemelos. Estos datos apuntan a la presencia de un fuerte factor genético en el camino sexual de la madurez. Otro estudio comparó el ADN de cuarenta parejas homosexuales. Se encontró que casi todos compartían un marcador genético en la región Xq28 el cromosomas X.
La Religión
Con la expansión del cristianismo, la homosexualidad, que había sido aceptada durante el imperio romano, pasó a ser considerada un pecado. A partir del año 342, mantener relaciones con personas del mismo sexo podía ser castigado con la pena de muerte. Pero la reprobación social se fue relajando y durante los ocho siglos siguientes, la sodomía fue raramente condenada, al considerarse como un vicio menor. Un nuevo repunte de odio y temor a la homosexualidad surgió hacia el siglo XIII en la Europa cristiana, donde la sodomía llegó a se catalogada de herejía y los gobiernos dictaron leyes contra ella. Los misioneros y colonizadores cristianos se encargaron de extender la fobia cristiana a la homosexualidad por todo el mundo. En alguna de las culturas con las que se toparon, los adolescentes realizaban prácticas homosexuales de iniciación con hombres maduros, sin que esto se considerara algo malo. Los historiadores y antropólogos han constatado que la homosexualidad se ha dado en todas las sociedades humanas y que en la mayoría de ellas ha sido tolerada. La iglesia católica, por su parte, ha mostrado en su último catecismo una mayor consideración hacia los homosexuales.
Existe Dios ?
Lo que está claro es que si existe amaría de igual forma a todos los seres humanos, independientemente de su raza, sexo u orientación sexual.
Dios no nos creó a todos a su imagen y semejanza?
claro que sí: a blancos y negros, a hombres y mujeres, a judíos y árabes, a hetero, homo y bisexuales, incluso a aquellos que no son lo suficientemente inteligentes para comprender que la homosexualidad es algo normal en la raza humana.
hecho falta siglos para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, siglos para comprender que no hay diferencias entre los hombres de raza negra y blanca, ¿tendrá también que pasar tanto tiempo para darse cuenta que los homosexuales, heterosexuales y bisexuales somos iguales?
El que escribe estas líneas es heterosexual. Se las dedico a mi amiga Isabel que sabe que la quiero y la amo de una forma que ella nunca podrá quererme a mí (pues ella es homosexual). Ella nunca podrá amarme así, pero yo siempre intentaré hacerla feliz y que la homofóbica sociedad en la que vivimos le devuelva la sonrisa que hace años le robó de su cara.